martes, 18 de octubre de 2011

Aprendizaje intencional y aprendizaje incidental (Mario Carretero)

En lo relativo a la actividad que el alumno debe desplegar para lograr un aprendizaje basado en la comprensión, resulta importante la distinción entre aprendizaje intencional y aprendizaje incidental.

El primero se produce cuando el educando tiene la intención de aprender. El segundo tiene lugar cuando- o mejor dicho, a pesar de que- no existe la intención.

Desde un punto de vista intuitivo, podría pensarse que el aprendizaje intencional ofrecerá mejores resultados sobre el incidental; sin embargo, la investigación al respecto indica que depende del tipo de procesamiento realizado por el alumno.

Aunque haya práctica repetida e intencional de una actividad, si esta no va dirigida a la comprensión, los alumnos obtendrán resultados mediocres. Por el contrario, si la práctica es escasa y casual, pero favorece la comprensión, los resultados del aprendizaje serán mayores.

Un ejemplo se muestra en las investigaciones que han presentado diferentes frases a los alumnos y los hab dirigido a distintas actividades. En un caso, la actividad era de carácter arbitrario y escasamente significativo. Por ejemplo fijarse en el sonido de las palabras. En el otro consistía en analizar su significado. Los que realizaban el segundo tipo de actividad recordaban mejor las frases mencionadas y esto sucedía no obstante, los primeros sabían que posteriormente les iban a preguntar las frases, cosa que no sucedía con el segundo grupo. Es decir, en este caso la actividad intencional de aprendizaje produce peores resultados debido a su escasa significatividad.

Un ejemplo cotidiano de lo que acabamos de exponer se produce cuando comparamos el poco rendimiento obtenido por los profesores después de dar explicaciones exhaustivas y lógicas (significativas para ellos pero no para los alumnos), con la enorme eficacia que parecen tener las actividades espontáneas de los alumnos en sus juegos. En el primer caso, la actividad se lleva a cabo con la intención de enseñar, mientras en el segundo ésta no existe. Sin embargo, el resultado de la actividad incidental parece tener mejores resultados.

Parece deducirse que el aprendizaje debe basarse en la comprensión. De hecho, en el siguiente apartado ampliaremos lo referente a los procesos cognitivos implicados en la comprensión de textos.  Por el momento insistiremos en que, desde el punto de vista de la práctica educativa cotidiana, resulta difícil mantener la reducción del aprendizaje a la comprensión.

En primer lugar, porque aprender en el sentido pretendido por la institución escolar supone no sólo la adquisición de conocimiento, sino su mantenimient, automatización y generalización a un conjunto muy amplio de situaciones...

(Texto extraído del libro "Constructivismo y educación", de Mario Carretero, 2002)

En el texto anterior están implícitas las intenciones del que aprende, y también las intenciones de quien "enseña", o mejor dicho, de quien pretende provocar el aprendizaje en los otros,  las cuales en muchas ocasiones no coinciden...

Pero....¿Qué opinan  las profesoras estudiantes de la MEP-ENSEM al respecto?